En términos de diseño web, la neurociencia, nos acerca al usuario, nos enseña como percibe, como funciona su memoria, el lenguaje e incluso la conciencia. Nos da posibilidades de conocer y aprender sobre la naturaleza de la cognición y la conducta humana.
El objetivo del diseño es atender las necesidades del usuario (consumidor potencial de productos o servicios) y el comportamiento del usuario está determinado por sus procesos neuronales, por lo que comprenderlos es fundamental para elaborar un diseño eficaz.
Es sabido que desde hace décadas se vienen usando técnicas como ubicar los productos en los lineales de una determinada forma o altura, colocar “tentaciones” en las cajas, música ambiental, fragancias, etc. La mayoría de las veces no somos conscientes del efecto que esto ejerce sobre nuestras decisiones ya que gran parte de las decisiones que tomamos son inconscientes
En el terreno del diseño web las marcas ya están usando herramientas como el eyetracking y los mapas de calor para establecer qué es lo que interesa a los consumidores y qué es lo que está funcionando en términos de diseño.
La información extraída de estos estudios podría ayudar considerablemente a crear una experiencia de usuario mucho más acertada y centrada en lo que los usuarios de la web realmente quieren. Algunos descubrimientos como que los humanos procesamos mucho más rápido colores que movimientos o que nuestro cerebro responde mejor a las líneas verticales que a las horizontales ayudan a establecer un diseño web mucho más adecuado para el usuario. Al analizar estos factores podemos comprender mejor por qué un diseño nos parece más bonito que otro y por qué una página web nos parece más atractiva o confiable que otra.
En los últimos años los diseñadores nos hemos vuelto cada vez más conscientes de la importancia de la psicología en el diseño e interacción de sistema digitales. Esto es muy importante porque poner el comportamiento humano y las emociones como centro del proceso de diseño de una página web mejorará la experiencia de usuario ya que es el cerebro el que maneja las emociones y el aprendizaje. Como nos explica Simon Norris en este artículo de Econsultancy:
la industria del diseño puede prosperar significativamente y enriquecer su comprensión del diseño aprendiendo más sobre neuromarketing.